HYPEROIL
WOUND DEFINITION


 

Las lesiones cutáneas, más o menos profundas, son áreas de descomposición con pérdida de tejido y exposición de los tejidos subyacentes.

El término "lesión externa" o "herida" indica la destrucción de la continuidad morfológica y funcional de las capas superficiales de la piel y, en casos graves, del tejido subcutáneo más profundo.

Las lesiones se evalúan y clasifican en función de su anchura, profundidad y características. Otros factores que se tienen en cuenta son su desarrollo, las causas (etiología) y el contexto fisiopatológico de la herida.

Las lesiones superficiales leves afectan sólo a la epidermis, la dermis y, como mucho, a una parte de la hipodermis; las lesiones más profundas afectan a todo el tejido subcutáneo (adiposo) hasta los músculos, el periostio, hasta la exposición ósea o las estructuras de soporte (tendones y cartílagos); las lesiones graves (crónicas) se caracterizan por una pérdida de sustancia de la piel y una baja tendencia a la cicatrización

En función del tiempo de cicatrización, pueden dividirse en lesiones agudas y crónicas. La lesión aguda cicatriza en 3 etapas diferentes y alcanza el estado de reparación tisular a las 8/10 semanas (01). Una vez transcurrido dicho período, la lesión se vuelve crónica y, si no se actúa como es debido, la herida se degrada a fases cada vez más graves.

Las lesiones agudas que los profesionales sanitarios suelen tratar con más frecuencia son las heridas quirúrgicas.

Las lesiones tisulares crónicas conllevan la pérdida de sustancia que afecta a la epidermis, la dermis y el tejido superficial y subcutáneo profundo; tienden a reaparecer y es difícil que cicatricen espontáneamente.

Las lesiones tisulares crónicas representan un factor de riesgo importante de hospitalización, amputación, sepsis y mortalidad. Desde el punto de vista del paciente, la terapia para las lesiones suele ser dolorosa e incómoda.

El proceso de cicatrización de heridas puede dividirse en diferentes etapas secuenciales, aunque superpuestas. Cuando una lesión pasa por estas fases, se produce la cicatrización. Lamentablemente, las lesiones crónicas por enfermedades sistémicas o condiciones de desnutrición y debilidad no progresan a través de estas etapas y degeneran progresivamente en etapas peores.

En el diagrama siguiente se muestra la interacción entre las tres fases diferentes del proceso de cicatrización de heridas y su tiempo promedio por primera intención (excluido un período adicional de reconstrucción).

La clasificación de las heridas y sus fases de cicatrización son herramientas importantes para la investigación y para elegir la mejor terapia tópica.

Hay tres tipos distintos de clasificación de las lesiones en función de sus características. Algunos de ellos se usan para todos los tipos de úlceras, mientras que otros sólo se aplican para tipos concretos de lesiones.

1) modelo basado en un parámetro óptico "codificado con colores", según propone Wound CareSociety.
Heridas negras - Heridas amarillas - Heridas rojas - Heridas rosas

2) con una escala de clasificación, como la que propone el grupo estadounidense de asesoramiento de úlceras por presión (National Pressure Ulcer Advisory Panel, o NPUAP, por sus siglas en inglés) dividida en "cuatro fases" según las diferentes capas afectadas, que suele utilizarse para clasificar las escaras por decúbito.
- Fase I: piel intacta con eritema, que no desaparece al aplicar presión; clasifica una lesión que anuncia la úlcera cutánea. En la piel de pigmentación oscura, otros síntomas pueden ser un color distinto, pérdida de calor, edema e inflamación.
- Fase II: pérdida parcial del grosor de la piel, que afecta a la epidermis, la dermis o a ambas. La lesión es superficial y clínicamente se presenta como una abrasión, una ampolla o un cráter poco profundo.
- Fase III: pérdida total del grosor de la piel que conlleva daños o necrosis del tejido subcutáneo que puede extenderse hacia abajo hasta la fascia subyacente, pero no a través de ella. Se presenta clínicamente como un cráter profundo con o sin infiltración.
- Fase IV: pérdida total del grosor de la piel con destrucción generalizada, necrosis tisular o daños a los músculos, los huesos o las estructuras de soporte (tendones o cápsulas articulares). La infiltración y los conductos sinusales pueden asociarse con las escaras por decúbito de fase IV.

Aparte de esta clasificación, que es la más usada, existen otros modelos:
- Escala SHEA (4 fases)
- Agency for Health Care Policy and Research (4 fases)
- Escala SESSING (7 fases)
- Sociedad Americana de Geriatría (5 fases)
- Directrices del Grupo europeo de asesoramiento de úlceras por presión (European Pressure Ulcer Advisory Panel, o EPUAP) (4 fases)

3) mediante clasificaciones específicas para lesiones en los pies en pacientes diabéticos, como propone Wagner.
- Grado 0: sin úlcera, pero riesgo de lesión por la presencia de complicaciones vasculares y neuropáticas; - Grado 1: úlcera que se limita a la dermis (piel y tejido subcutáneo);
- Grado 2: úlcera profunda que se extiende a través de tendones y cápsulas articulares, sin infección;
- Grado 3: úlcera profunda que se extiende a través del hueso, con o sin osteítis u osteomielitis;
- Grado 4: gangrena localizada (empeine o talón);
- Grado 5: gangrena del pie.

4) La Universidad de Texas ha adoptado recientemente una clasificación que puede considerarse, con razón, más completa y articulada.
Las lesiones se evalúan en función de la gravedad (por grados) y el momento patogénico (por profundidad), permitiendo así disponer de una definición clínica satisfactoria.


5) Existe también una clasificación de las lesiones según su ESTADO:
La úlcera, una vez formada, puede presentarse con uno o varios de los siguientes estados:


- Necrótica
- Colicuativa (la colicuación es un proceso degenerativo que produce la fluidificación del tejido; el proceso degenerativo de un tejido acompañado de la licuefacción del material necrótico)
- Infectada
- Fibrinosa
- Fibrinosa-membranosa
- Desbridada (sin cuerpos extraños ni desechos metabólicos)
- Con tejido de granulación

La lesión también puede ser:

- poco exudativa (exudado: líquido producido por la lesión, que consiste en suero, leucocitos y material desvitalizado. El volumen disminuye a media que avanza la reparación del tejido. El exudado puede tener propiedades bactericidas y contener factores nutricionales. También se puede infectar)
- exudativa
- muy exudativa

y puede ser:

- infiltrante o con túneles o fístulas (fístula: conducto anormal de comunicación que se abre entre un tejido interior y la piel)

Esta necesidad de clasificar y evaluar no es más que el resultado lógico y práctico de las dificultades detectadas en el tratamiento de las lesiones crónicas.
La ausencia de un producto único que pueda ayudar en el tratamiento en cualquier fase de la lesión ha creado la necesidad de elegir un sistema de evaluación común, a fin de indicar los distintos apósitos que se deben utilizar según el estado de la lesión.
Por este motivo y por la complejidad de las lesiones, los modelos se han multiplicado. Si no hubiera sido necesario tratar de forma diferente cada fase/grado/estado/etapa de una lesión, no tendría ningún sentido crear distintas clasificaciones. Por eso, es una auténtica revolución contar con un único producto capaz de ayudar en el tratamiento de cualquier lesión en todas sus fases.

 

Envíenos un mensaje







    Aceptación del procesamiento de datos basado en el art. 13 GDPR 679/16 según la política de privacidad


    Via Manuzio 15
    41037 Mirandola (MO) | Italy



    8:30AM - 12:30PM
    2:00PM - 5:30PM